domingo, 4 de enero de 2009

El kolesterol

El 4 de enero de 1977 las Cortes Españolas aprueban la Ley 17/1977, que permite que los nombres de pila de las personas puedan inscribirse en el Registro Civil en cualquiera de las lenguas españolas. Así es como consiguió Don Jorge Pujol llamarse por fin Jordi Pujol, Ángel Quintana denominarse Anxo (se pronuncia parecido a “ancho”) y Juan José Ibarreche transformar su apellido en Ibarretxe (porque curiosamente se sigue llamando Juan José y no Jon Josu).

A partir de ese momento, el hecho diferencial se extendió de los nombres propios a la toponimia y gran parte de lo que un servidor había estudiado dejó de valer. Lérida ya no era tal sino Lleida, Vitoria se convirtió en Gasteiz, y Zaragoza pasó a ser Saragossa para los amantes de la lengua de Carod. Menos mal que Albacete siguió siendo Albacete “Madrit” y sigue llamándose igual, porque las neuronas de uno ya no están para muchos trotes.

Bien está que cada uno llame a las personas y cosas como quiera, pero en su tierra. Si no se dice “London” tampoco hay porqué decir Girona, pues esta locución no pertenece a la lengua materna que muchos tenemos, además de chirriar un montón dentro de una frase escrita o dicha en español; del mismo modo que el señor Josep Antoni Durán i Lleida seguirá siendo D. José Antonio Durán Lérida para un castellanoparlante, por mucho que se empeñen aquí y en la China.

Sin embargo, se estableció después que el nombre oficial de las poblaciones es el correspondiente a la lengua vernácula, suceso éste que ha sido aprovechado por algunos cantamañanas para afirmar que el vocablo castellano ya no es el correcto y que La Coruña sólo puede escribirse A Coruña. Baste decir al respecto que dicho nombre oficial no tiene nada que ver con la correcta expresión gramatical española y que el asunto no deja de ser polémico, siendo bastante preferible que el nombre oficial lo fuera en ambas lenguas.

Por eso uno se enerva y le dan railores —toledana expresión— cuando en las televisiones nacionales que emplean como lengua el español o castellano tienen que decir Girona, Pujol o kolesterol. Además de no quedar nada fashion, parece que hay que quedar bien en hacerle la pelota al nacionalismo El resultado es atroz para la sintaxis, pero todo sea para gloria de la horrorosa corrección política.

2 comentarios:

nieto1 dijo...

Buenas tardes CHINITO:

Te he leido en el foro, y me ha gustado mucho, ¡como siempre!, haber si atiendes un poquito más este blog, que da gusto leer sin agobios de comentarios y con la serenidad debida.

Ademas algunos de los que leen LA BIBLIA me han dicho que lo tenias medio muerto, así es año nuevo, vida nueva y atención al blog.

Un abrazo muy fuete para ti y toda tu familia.

Fran Capitán dijo...

Hola, Chinito.
Gracias por el enlace, amigo. Ya lo había visto. Sabes que te sigo aquí en 'Mil naciones' y en tu divertida pagoda de LD. Pronto igual hasta te sigo por la calle como la policía secreta. Tu mujer se va a sorprender de encontrarme una mañana en vuestro dormitorio... Jejeje... Vamos, que soy fan tuyo. Lo del foro de LD ya se me escapa, pero no descartes (René) que me meta un día paara darte un susto.
Enhorabuena por el artículo: ya comentamos el otro día lo de 'A Coruña', que parece que indican en las señales por dónde se va 'a Coruña'. Es un disparate, una memez más de los nacionalistas consentida por PP, Psoe and company, que es lo peor.
Un fuerte abrazo, Chinito.