viernes, 22 de junio de 2012

Historia y teoría del Marianismo




Desde los primeros meses del año 2008 de nuestra era, los postulados de los marianistas, Capítulo Ortodoxo regentado por el grande arzobispo galaico Raxoi, fueron la doctrina oficial de la Hermandad de Génova. Como todas las tesis controvertidas, el marianismo nunca fue aceptado por los miembros heterodoxos de la Hermandad, pues observaban en el mismo debilidades que podrían abonar el campo para una victoria de los infieles oscuros en todo el orbe hispánico durante varias generaciones.
El marianismo tiene como paradigma fundamental el centrismo, que busca la equidistancia entre los credos para así ganar teóricos adeptos. Según los heterodoxos, esto puede ser muy arriesgado pues acercarse a los infieles oscuros (y, más aún, a aquellos herejes que abominan de la causa hispánica para implantar iglesias territoriales apartadas de la obediencia de Madrid) no puede sino traer funestos resultados entre los antiguos creyentes que, defraudados, pudieran abandonar la fidelidad genovesa para entrar en las filas del abstencionismo o abrazar la causa de la Cofradía Magenta de las Diez Rosas.
Dicen los eruditos que el principal adalid del centrismo fue el taimado abad de los frailes gallarditas Albertino de Cibelis, cuyo mentor fuera el Venerable Comendador de la Orden de Fraga, al que se atribuye la paternidad del dogma centrista. Albertino gozaba de pocos fieles entre los genoveses, pero contaba con fuertes apoyos entre las altas esferas de El País como, por ejemplo, el Prisorato del difunto caballero de Santillana. Su principal adversaria era y sigue siendo la Congregación de la Esperanza, encabezada por la abadesa Aguirre, defensora de las ideas primigenias de la Hermandad y ahora abanderada de la heterodoxia.
Empeñado de este modo Raxoi en afianzar el marianismo, convocó el primer concilio de Sofía a comienzos del estío del 2008. Fue en esta bella ciudad búlgara y mediterránea donde se enfrentaron las dos corrientes con el espíritu de San Gil planeando en el ambiente. El resultado fue favorable a los marianistas, aunque diplomáticamente disfrazado de integración ecuménica de ambas posiciones. Desde entonces, los críticos han perdido influencia aunque siguen defendiendo los principios de la unidad sustancial de la Hermandad. En medio, el antiguo pontífice Aznarico que aparece entre concilios ora exponiendo críticas a la nueva deriva genovesa, ora apoyando a Raxoi.
El grande arzobispo salió vencedor de aquel concilio y, tras grandes empeños, consiguió el Papado años después tras derrotar al siniestro y manirroto Ludovico Rodrigues, antipapa y herético personaje de la Hermandad Oscura. Albertino ascendió en influencia, siendo nombrado primero consejero de Raxoi y obteniendo luego una silla gestatoria en el Palacio de San Bernardo, canonjía ésta que ocupa en la actualidad. La influencia de Albertino consiguió también que uno de sus incondicionales, Fray Es-Cobo, lograra un puesto relevante en la curia, si bien poco se sabe ahora de este tonsurado. Otros apologetas del marianismo son los secretarios cardenalicios Sor Aya de Santa María, ahora Prefecta de la Casa Pontifica, el presbítero levantino Mosén Estephanos (caído en desgracia después), o la superiora del convento de Cospedal de los Dolores, que tiene su sede en la imperial ciudad toledana.
Pero la madre Aguirre no se resigna, y aunque ya recibiera advertencias de destierro, prosigue su pugna contra las tesis oficiales del marianismo. Coraje no le falta y además tiene el apoyo, aunque con reservas, de Todos Losantos.
Bulgaria marcó un comienzo, pero no un final. Las espadas sacras siguen en alto mientras ortodoxos y heterodoxos pugnan en intrigas palaciegas, ahora suavizadas por la permanencia en el Papado. Si en tiempos venideros la fumata volviera a ser negra, la sombra del cisma volvería a sobrevolar sobre las atribuladas cabezas de los fieles de la Hermandad de Génova. Quizás Aguirre sea la vencedora, quizás Albertino, quién sabe. Doctores tiene la Iglesia.
Nihil obstat
Imprimatur.

jueves, 14 de junio de 2012

Cuestiones de botica




Yo, señores, como alguna de Vuesas Mercedes conocen, soy boticario. Sin embargo, no concedióme Dios el privilegio de gozar la posesión de botica alguna, pues ya es sabido que para aqueste menester es necesario tener numerosos maravedíes de los que este vuestro humilde servidor carece.


Tuve, empero, ocasión en otros tiempos de despachar específicos y preparar los más variados ungüentos, por lo que no me es ajena la proverbial confusión que impregna al ser humano en lo relativo a las pócimas y fármacos, de lo que resulta que se llame a las cosas de manera distinta a la suya, resultando grandes chanzas y risas al escuchar las insólitas peticiones de muchas gentes.


Tal es el gracejo que las acompaña que incluso algunos cronistas insignes han recopilado curiosos legajos en los que se relacionan aquesas extrañas solicitudes. Añádanse a aquestas otras muchas que a este escribano virtual le contaron o tuvo conocimiento por su propia experiencia y ya se tiene un florido repertorio que permite ilustrar este pergamino que los modernos denominan post. Vayan pues unas verbigracias:

— “Déme un locutorio” (en vez de colutorio). Es difícil atender este requerimiento pues todavía no se expenden en las reales boticas los artilugios denominados centralitas telefónicas.

— “Quisiera suero filosófico”. Dicen los entendidos que la filosofía buena es para remediar los males del alma e incluso algunos del cuerpo, mas no se presenta en ampollas ni redomas, a no ser un fluido compuesto por agua y sodio cloruro que por nombre tiene suero fisiológico.

— “¡Qué malos estaban los taruguillos que me dio usted el otro día!”. Esta sentencia se producía durante los años sesenta de nuestra era, pues era común que algunas gentes poco doctas confundieran los cilíndricos emplastos que dicen supositorios con suculentas viandas de administración oral.

— “¿Me da unas aspirinas fluorescentes (en vez de efervescentes)?”. Ya se sabe que dentro de la panza reina el oscuro absoluto, mas la sabia Naturaleza ha procurado que la andorga no precise de iluminación en el interior de la mesma.


— “Quiero un calmante contaminado”. A fuer de ser sinceros, es difícil entender que algún gentilhombre quiera contaminarse con otras cosas que no sean bellas doncellas o una buena pitanza.


— "Necesito supositorios de nitroglicerina” (en vez de glicerina)”. La constipación (que el vulgo llama estreñimiento) no es del agrado del cuerpo y éste reclama con urgencia lo que los doctores denominan purgantes, mas el explosivo mentado tiene el riesgo de acabar no sólo con el estreñimiento sino con las posaderas del estreñido.


— “Una botella de agua exagerada”. Comoquiera que ni en la más peregrina de las mentes que hubiere el tal agua pueda ser aguafuerte, sólo queda al entendimiento que se trate del llamado peróxido de hidrógeno, al que el común de las gentes llama agua oxigenada.


— “Unos profiteroles, por favor”. Es de todos conocido que, aunque las boticas sean de los comercios más variopintos en cuanto a artículos se trate, los profiteroles se encuentran habitualmente en las reposterías y en las posadas que se dedican a la restauración, por lo que el boticario dedujo que se trataba de profilácticos, adminículos éstos que sí proporcionan una velada dulce, aunque todo dependa del grosor de la goma, pues dicen los sabios que un espesor asaz exagerado aminora mucho los goces del fornicio por aquello de que la fricción resulta cuasi insensible.

— “Quiero una cosa que me va muy bien para las piernas: El trono del Cid”. Si el afamado don Rodrigo Díaz de Vivar leyera aquesto, consideraríalo un ultraje solo comparable al que le mesaran las barbas, pues nunca fue rey sino valeroso caballero y nunca se metió en cosa de piernas, salvo en lo necesario a lo propio del goce carnal. El apenado paciente se refería a la pomada Thrombocid, muy utilizada para los padecimientos venosos, hematomas e hinchazones varicosos.

— "Necesito anillos de los Nibelungos". Dicen los físicos que la música tiene curativas propiedades, pero las cantatas de trovadores se expenden en aquellos establecimientos que todos dicen tiendas de discos. Sí existen unos anillos vaginales Nuvaring más acordes a la petición expresada.

— “Quiero una caja de sorpresas y un tubo de Pirindindón”. Los boticarios siempre gozaron de la tenencia de remedios, mas nunca fueron magos por lo que es difícil hallar en las reboticas del Imperio cajas de sorpresas, sino más bien de compresas que se despachan para los casos de higiene del menstruo. El Pirindindón es el Piramidón, antiguo analgésico hoy desaparecido.

— “Quiero sexo oral”. Cuando el mancebo o boticario recibe esta propuesta, es indudable que su mente pueda nublarse pensando en libidinosos asuntos. La realidad que acontece es que el paciente solicita Seroxat, popular remedio antidepresivo para la enfermedad del alma y los humores de la melancolía.


Pueden comprobarse cómo la ignorancia o el apresuramiento en las palabras conducen al solaz y esparcimiento de las gentes, y éste ha sido el ánimo de este vuestro vasallo, pues hacer grandes risas alegra el corazón y ayuda a sobrellevar los duros tiempos que acechan. Retírome pues con la esperanza de haberles hecho pasar un rato agradable; si así no ha sido, creánme Vuesas Mercedes que lo lamento.


http://www.diariodesevilla.es/article/sociedad/262855/me/da/unas/aspirinas/fluorescentes.html


En la Villa de Madrid, el día catorce de junio del año de Nuestro Señor de dos mil y doce.

jueves, 7 de junio de 2012

Orgulloso de ser español

Los españoles son demasiado orgullosos para aceptar un rescate europeo


Pues sí señores europeos y, sobre todo, alemanes. Somos pobres pero orgullosos; es un defecto pero también una grandeza. Forjamos un Imperio, descubrimos un Nuevo Mundo, derrotamos al ejército más poderoso del mundo cuando tuvo la osadía deinvadirnos. Tenemos motivos para ser orgullosos.

Somos y hemos sido siempre pobres. Por nuestra incultura en un principio, por nuestros pésimos gobernantes desde siempre. Pero tenemos algo todavía en nuestros genes que ni la señora Merkel ni el Sursum Corda podrán torcer: el orgullo de ser español que es el motor de las grandes cosas hechas por esta nuestra Nación, la más antigua del mundo, a a lo largo de la Historia

Quieren ustedes que pidamos ayuda para exprimirnos después hasta las cachas y crear una especie de Protectorado en España. Poco ganaríamos, salvo la poco probable desaparición de las taifas autonómicas. A cambio, la pérdida de la soberanía, la ruina total de los ya exhaustos bolsillos patrios y la pérdida de miles o millones de empleos (algunos justificados, pero otros no) en las Administraciones Públicas.

Sé que el nuestro es un orgullo poco práctico para su cuadrada mentalidad sajona y protestante mas es el que tenemos. Hidalgos pobres somos, pero también hijos de Dios y nunca siervos de los hombres, que si fuere necesario abandonaríamos ese contubernio de la Unión Europea con gran alegría de muchos así como esa nefasta moneda que nos tiene esclavizados.

Para que nos rescaten así, mejor que venga el Capitán Trueno, que por lo menos es de los nuestros. Lucharemos mientras podamos y si no, caeremos con honra pero no nos ayuden a cambio de estigmatizarnos para siempre y encima les tengamos que estar agradecidos.

Orgulloso de ser español.