sábado, 28 de agosto de 2010

Gira il mondo gira

El año comienza, pues ahora es cuando realmente lo hace de modo efectivo y no en Nochevieja. Ya lo barruntaron así los creadores del antiguo calendario republicano francés cuando situaron el comienzo del mismo en el mes de Vendimiario con la recogida de las uvas, esas mismas uvas que se llevaba de merienda el tonto de Abundio cuando iba precisamente a la vendimia. Pero no sólo se recolectan esos nobles frutos de la tierra; también se inician las actividades laborales y académicas y la vida vuelve a rodar apresurada después de ese paréntesis veraniego cuyo fin parece acompañar el epílogo de una época que se inició precisamente el mes de septiembre anterior, continuando así el ciclo de la existencia con sus picos y sus valles, sus rachas buenas y sus rachas malas, sus vacas gordas y sus vacas flacas.

España, como no podía ser menos, se mantiene en época de bóvidos famélicos gracias a la inaudita gestión de sus gobernantes y adláteres, que siguen sin saber capear la crisis pero se empeñan en apoyar estatutos que casi nadie quiere, salvo los que quieren acabar con la Nación. Por ello es preciso que voces críticas y valientes señalen los defectos de los poderosos para que las gentes lo adviertan y obren en consecuencia a la hora de elegir a los que han de representarles, tarea harto difícil viendo cómo está el panorama político.

Sin embargo, al sistema —gobierno, oposición, partidos políticos en general, medios de comunicación políticamente correctos, etc. — no le gustan aquellos que hacen de Pepito Grillo, pues resultan molestos cual mosca cojonera que picotea el culo y la conciencia. Quizás por eso es mejor enviarles al ostracismo, donde sólo algunos fieles les oigan, vean o lean y que sus radicales y peligrosas tesis no sean conocidas por la mayoría de los mortales, no vaya a ser que se enteren y corra peligro el chiringuito.

Federico Jiménez Losantos es una de esas voces. Perseguido hasta la extenuación, renace cada cierto tiempo de sus cenizas mediáticas, aun a pesar de los numerosos enemigos que le acorralan. Se podrá estar de acuerdo con él o no, pero es de los pocos que dice lo que piensa sin importarle a quien moleste y eso, hoy en día, es un valor. Por eso algunos —pocos, según sus detractores, pero bastantes más de los que ellos querrían— le somos fieles y le seguiremos escuchando allá por donde vaya, aunque nos llamen radicales y fachas. Total, a estas alturas de la vida a uno le da igual lo que le llamen.

A cuento de esto, parece que aquella alianza que se suponía estable entre Federico y Pedro J. (ya se sabe que el mundo gira como una veleta, que dirían los poetas y los malpensados) parece tambalearse tras la decisión de éste último de acercarse a la new COPE. Según informan algunos confidenciales, la tertulia de Federico dejará de emitirse en VEO7, la cadena de televisión de El Mundo, para ser sustituido por la de la emisora de los obispos que este año será conducida por Buruaga, buen periodista pero con bastante menos — ¿cómo diríamos?— “encanto”.

Pero al pequeño gran turolense nada le detiene. Anda ya en acuerdos con Intereconomía y también se dice que intenta hacer las paces con el director de la Razón, Francisco Marhuenda.

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Nadie sabe como acabará esto, pero yo me sé de uno que va a dejar de leer “nuestro periódico” como aquesto se confirme. Habrá que sustituirlo por La Razón (donde ya escribe César Vidal) o la Gaceta. Solo hay una cosa cierta: Aquellos que seguimos a Federico lo acompañaremos donde sea, a otro sitio de Zaragoza o una nueva Numancia. Al fin y al cabo, ya estamos acostumbrados a sacrificarnos.

Gira il mondo gira
nello spazio sensa fine
con gli amore appena nati
con gli amore giá finite
con la gioia e col dolore
de la gente come me.