sábado, 2 de julio de 2016

La falsedad de la "España plural"



Escribe Santiago Trincón en El País un artículo sobre la España Plural muy acertado. No puedo por menos que coincidir con el autor en el sentido de que el término “España plural” se ha creado precisamente por sus enemigos, aunque ha sido complacientemente aceptado por los amantes de lo políticamente correcto.

La Nación española existe como tal desde tiempos de los visigodos aunque no fuera como Estado en sí. Es la más antigua de Europa y frente a ella, entelequias como la realidad nacional andaluza, Euskalerría, la nación catalana y otras no pasan sino por ser decorados fantasmas de guardarropía. Por eso, y para minimizarla, los separatistas o algún progresista descarriado crearon el término. Una España que son muchas no es una España porque falta el espíritu de la unidad; un puzle en el que las piezas sueltas son más importantes que el resultado. Un sindiós, vamos.

Realmente no existe otro concepto más artificial que éste. Podría hablarse de diversidad, de que España es diversa aunque con éste también hay que tener cuidado porque se tiende a exagerar. Es cierto que hay varias regiones en España y que algunas provienen de antiguos reinos —por cierto, ni Cataluña ni Vascongadas jamás fueron reinos—, pero pretender crear abismales diferencias entre ellas no tiene otro objeto que debilitar al conjunto y común de todos que es España para así servir a nefastos intereses.

Todos tenemos sutiles y pequeñas diferencias, hasta los de Villarriba son diferentes de los de Villabajo, pero en ningún caso hay causas históricas o sociales tan importantes que justifiquen un abismo geográfico entre dos zonas de nuestro territorio. Existe más diferencia entre un habitante de Hawai y uno de Texas que entre un gallego y un andaluz, pero ambos (hawaiano y texano) se sienten por encima de todo norteamericanos, mientras que aquí nos peleamos por identidades que jamás existieron, salvo en la mente de algunos políticos.

Y mientras, en Europa nos miran como a marcianos. Cuando ahora estamos integrados en la Unión Europea y grandes decisiones, así como muchos de los aspectos de la legislación trascienden los ámbitos de los Estados y son tomadas en Bruselas, en España existen, 17 calendarios de vacunaciones (ahora parece que se va a unificar, afortunadamente) siendo evidente que las paperas murcianas son lo mismo que las riojanas. Esta locura y descoordinación debe corregirse cuanto antes.


Por ello debemos defender con ahínco la idea de España por encima de todo, volver a tener un Estado fuerte y dejarnos de aventuras periféricas, que son las que nos están debilitando. Muchos dirán que ya no hay vuelta atrás, pero yo me sigo reafirmando que es posible. Basta reformar la Constitución para dedicarse a la defensa y consolidación de ese proyecto común que es España. Todo lo demás son medianías.