jueves, 17 de marzo de 2016

Dos de Mayo



En esta fecha, los madrileños y todos los españoles de bien recuerdan y conmemoran el heroico levantamiento popular protagonizado por unas gentes humildes armadas con palos y navajas y unos cuantos soldados al mando de los capitanes Daoiz y Velarde y el teniente Ruiz. Este puñado de valientes se enfrentaron en tal día como hoy de 1.808 al entonces ejército más poderoso del mundo en una lucha desigual que supuso el comienzo de la Guerra de la Independencia que se prolongaría durante seis años hasta la victoria final.


El horror de la barbarie de este día fue plasmado por el genio inmortal de Francisco de Goya, en cuadros tan célebres como La carga de los mamelucos en la puerta del Sol y Los Fusilamientos de la Moncloa. La hazaña fue brutalmente represaliada por las autoridades militares francesas, que fusilaron a numerosos patriotas madrileños el 3 de Mayo en la Montaña del Principe Pío, algunos de los cuales reposan en un pequeño cementerio cerca de la ermita de San Antonio de la Florida, en cuyas inmediaciones fueron asesinados.


La gesta del pueblo de Madrid se extendió rápidamente a toda España, a lo cual contribuyo en gran manera el bando del famoso Andrés Torrejón, alcalde de Móstoles:

La Patria
está en peligro
Madrid perece víctima de la perfidia francesa.

Españoles ¡Acudid a salvarla!


(salvo de lo de la perfidia francesa, el resto de las frases tienen actualmente una vigencia que pone los pelos de punta)


Dos lecciones hemos de aprender del Dos de Mayo. La primera es que supuso el desencadenante de una tarea de unión nacional que culminó con la derrota del invasor en 1.814. La guerra de la Independencia es, probablemente, la última vez que los españoles estuvimos unidos como un solo hombre, y la demostración palpable de que la unidad de un pueblo, de los miembros de una única nación, puede acometer la realización de grandes tareas por difíciles que parezcan. No es preciso hoy día liarse a tiros con nadie, pero sí se demuestra que la unión hace la fuerza y resuelve los problemas más eficazmente. Eso de que la diversidad fortalece la unidad no se lo cree ni el Tato. ¿Se imagina alguien que si sólo unas regiones se hubieran levantado y otras no habríamos logrado la victoria?


La segunda cuestión se refiere al hartazgo popular ante una situación inadmisible. España no se halla hoy invadida por una potencia extranjera, pero sí por algo probablemente peor: Dos virus que amenazan con infectar y destruir al organismo de la Nación. Uno es el separatismo, otro el odio reencarnado en la izquierda más radical. Frente a ellos, la peligrosa indiferencia del gobierno de la Nación, que poco o nada hace por evitar el peligro.


Es por ello necesario la recuperación de ese espíritu que vuelva a recuperar las esencias de España y la Libertad. No hacen falta armas esta vez ni son deseables; basta la razón y la palabra.

¡VIVA EL DOS DE MAYO!

2 comentarios:

CHOPINGO dijo...

Feliz dos de Mayo.
Disculpa por no haber tenido tiempo de visitarte.

Fran Capitán dijo...

Un artículo muy interesante, querido Chinito.
Es un honor comunicarte que hemos elegido tu Blog para otorgarte "El Premio Blog Dorado". Pásate a recogerlo cuando quieras.
Un abrazo