jueves, 26 de febrero de 2009

Fuerza y honor

Todos los que vieran en su día la inolvidable película “Gladiator” recordarán sin duda estas palabras. Eran el lema de las legiones romanas y se pronunciaban repetidamente por los soldados de Máximo Décimo Meridio a modo de arenga o ánimo antes del combate contra los bárbaros germánicos, escena ésta que es probablemente una de las mejores en la historia del cine.

Vivimos tiempos difíciles que necesitan de fuerza y de honor, cualidades bastante escasas en esta España nuestra de hoy. La fuerza, entendiendo como tal la eficacia natural de las personas o las cosas en sí conduce al vigor moral y debe presidir el ánimo de todas las personas. El honor lleva a cumplir el deber que uno tiene respecto a sí mismo y a los demás. Ello conlleva una buena reputación que trasciende a las familias, personas y acciones de quien se la granjea.

Desgraciadamente la fuerza y el honor no brillan en esta sociedad nuestra. El único aspecto de la fuerza que predomina es el de la fuerza bruta, es decir la imposición a las bravas y como sea de las propias ideas o teorías, descalificando las del prójimo. Eso por no hablar de la violencia física que ejercen algunos degenerados y criminales en ciertas regiones del Norte donde aún no ha llegado la democracia de hecho. En cuanto al honor, esta sociedad decadente y materialista solo parece entender como tal el que supuestamente emana del poder material del dinero o la posición social, postulado absolutamente falso. Calderón decía que el honor es patrimonio del alma y el alma sólo es de Dios. También tienen honor los pobres y aquellos que no son famosillos, famosoides o políticos, pues también son hijos de Dios y no de un dios menor, como a veces pudiera parecer.

Este lema debe pues animar a todos los proscritos que escriben en los numerosos foros, blogs y bitácoras del Internet a contracorriente de lo políticamente correcto y de la oficialidad de los medios que se ponen al servicio, en mayor o menor medida, de los poderosos y del pensamiento único. Aunque a veces decaiga el ánimo por la constante sensación de clamar en el desierto, hay que seguir adelante en el convencimiento de que luchamos por una España y un mundo mejores. Sólo tenemos un arma, un sencillo teclado que aislado parece poco, pero que en conjunto con muchos más ha de ser la maza que abra agujeros en los muros de la imposición, el sectarismo y las tentaciones totalitarias, y por los que entrarán los vientos nuevos de la Libertad eterna.

Fuerza y Honor.

1 comentario:

Fran Capitán dijo...

Muy buen post, Chinito.

Creo que el lema de 'Fuerza y honor' que has elegido, y podría aplicarse a tantos blogs, refleja de manera clara y contundente esa resistencia a la que aludes a veces y esa defensa de la libertad ante los ataques de los que quieren convertir España en una dictadura eurobananera.

A ver si hablamos, aunque creo que igual nos vemos pronto, según me cuenta cierto familiar tuyo, hombre talentoso y entrañable donde los haya, igual que tú.

Abrazos