miércoles, 12 de noviembre de 2008

Madrid























Madrid, Madrid, que bien tu nombre suena, rompeolas de todas las Españas...

Muchas frases son bellas, independientemente del contexto en el que fueron pronunciadas, como es el caso de la poesía de Machado que encabeza este artículo. Fue escrita en alabanza de la defensa del Madrid republicano frente a las tropas de Franco.

Me gusta, lógicamente, porque el nombre de “Madrid” suena muy bien en mis oídos, pues nací y vivo en esta Villa. El calificativo machadiano de “rompeolas” se ajusta asimismo perfectamente a la realidad, pues aquí conviven en armonía gentes de todos los rincones de España. Dudo mucho que el bueno de D. Antonio usara lo de las Españas para referirse a un Estado plurinacional o autonómico, pues entonces no se llevaba decir semejantes estulticias (sólo existían los dos separatismos sempiternos), sino más bien para expresar que la capital de la Gloria —otro término por él acuñado— es el lugar donde confluyen todas las tierras que forman nuestra Patria

Siempre se agradece que los amigos y personas de otras regiones alaben a Madrid para compensar los denuestos que profieren algunos progres de provincias y, sobre todo, los separatistas, que se refieren a ella —“Madrit”— como representante de la España a la que consideran el enemigo que les impide cumplir sus quiméricos y absurdos sueños.

Arrancada de la Castilla histórica a la que siempre perteneció gracias al nefasto estado de las autonomías, la región madrileña fue convertida en comunidad autónoma. Este aislamiento, no obstante, ha convertido a la Comunidad de Madrid en una de las más prosperas y vitales gracias al buen hacer y excelente gestión del gobierno regional; una isla en un mar de despropósitos. Mientras otros se gastan el dinero en promocionar lenguas a costa del español y en subvencionar asociaciones que apoyan más o menos indirectamente el terrorismo y la secesión, aquí se usa para generar riqueza y trabajo.

Pero, ¡oh desgracia! ocurre que en Madrid no manda el PSOE y es menester cortarle el grifo del dinero y las ayudas, como ocurre con todas las regiones en las que los postulados de la ética práctica no terminan de calar. Sin embargo, no deja de ser paradójico a cambio que en ninguna de las dos comunidades más ricas (Madrid y la Comunidad Valenciana) los pupilos del leonés universal se coman una rosca.

Por todas estas razones, aprovecho este humilde blog para reivindicar el nombre de mi tierra, frente a los que la ofenden y desprecian. Viva Madrid y Viva España.

No hay comentarios: