lunes, 15 de febrero de 2016

Nacionalismo español (II)

Visto lo anterior, debe quedar pues, nítidamente clara la diferencia. El término “nacionalismo español” es totalmente artificial, artificioso y fuera de lugar, pudiendo sólo entenderse en base a su incierto origen. Quizás fuera acuñado por los separatismos periféricos que asolan España, si bien muchos progresistas también se han abonado a la moda aunque sus objetivos sean distintos, como ya veremos.

El Diccionario de la Real Academia Española establece las siguientes definiciones del término nacionalismo:

1. Apego de los naturales de una nación a ella y a cuanto le pertenece.
2. Ideología que atribuye entidad propia y diferenciada a un territorio y a sus ciudadanos, y en la que se fundan aspiraciones políticas muy diversas.
3. Aspiración o tendencia de un pueblo o raza a tener una cierta independencia en sus órganos rectores.

En cuanto a la primera definición, suponiendo que la única nación sea España (como mayoritariamente está establecido), no cabría entonces la aplicación del término nacionalista a los periféricos. Si se consideran las otras dos, cuadran perfectamente a los secesionistas, pero no a España, ya que el patriotismo no puede considerarse una ideología ni España necesita independizarse de nadie.

Por tanto, si existe un nacionalismo español no existen nacionalismos periféricos y viceversa, luego ambos conceptos son incompatibles. La única posibilidad de conjugarlo todo es precisamente la que ellos sostienen: afirmar que son naciones para así equipararse en importancia a España, de ahí el interés en la existencia de un nacionalismo español que además lleva el papel de “malo” en el juego maniqueo que adoptan, mientras que ellos son los “buenos”.

Distinto es el uso que aplican los progres. Como ya se ha comentado anteriormente, suelen utilizar el término como despectivo y sinónimo de “facha”. Su falso concepto de la España plural —el mayor disparate inventado hasta la fecha— hace que muchos vean con simpatía y admitan ciertas condiciones de igualdad para con España a los nacionalistas periféricos, lo cual raya en el masoquismo. Por otro lado, y en una ambigüedad que contrasta con lo anterior, equiparan en fanatismo a los que defienden por encima de todo a nuestra Nación con los enemigos de la misma ¿Cabe mayor absurdo?

No existe el nacionalismo español, existe España y los patriotas españoles; todo lo demás son invenciones interesadas para crear una estrategia de confusión. Recordemos que, desde el fin de los reinos medievales —teniendo en cuenta además que varios reyes de Castilla, Navarra y Aragón se proclamaban a sí mismos como Reyes de España— hasta la muerte de Franco no existía la categoría en estudio; había simplemente españoles. Y así seguimos siendo, mal que les pese a algunos.

2 comentarios:

Fran Capitán dijo...

Hola, Chinito:

No sé si existe el nacionalismo español o no, pero está claro que existimos los españoles y que la mayoría (quiero pensar) nos sentimos orgullosos de serlo, sin aspavientos, sin provocaciones ni exclusiones, pero felices por pertenecer a esta nación milenaria, cuyo concepto (o 'conceto', que diría el ínclito Pepiño) ni puede ni debe ser discutido ni es discutible.

Muy buena argumentación, amigo, con apoyatura en el DRAE y todo. Comparto la opinión del amigo Nieto que, en el post anterior, te alaba por lo bien que escribes y lo poco que te prodigas por aquí. Espero que sea cosa temporal. Te echamos de menos y te apreciamos mucho, Chinito, ya lo sabes.

Un abrazo muy fuerte

Fran Capitán dijo...

Hola de nuevo, Chinito:

Por supuesto que puedes compartir el premio con quien desees. Yo también lo habría hecho con los amigos blogueros de LD, si se lo hubieran dado al blog de Alma. Quiero diferenciar una parcela de la otra, aunque los dos blogs sean, en el fondo, uno y lo mismo.
Enhorabuena por el premio, sabio hispanoriental.

Un abrazo 'desde las trincheras de tiza y pizarra'