jueves, 11 de junio de 2009

Calentamientos


Vivimos tiempos de calentamiento global y cambio climático, según unos cuantos agoreros que no se sabe muy bien que persiguen, aunque es de suponer que alguna forma de controlar a los ciudadanos se esconda tras la cosa. Resulta además demasiado coincidente que estos gurús estén generalmente en la órbita progre o de los ecologistas, algunos de los cuales van de la mano de los primeros y confunden de vez en cuando la protección a la Naturaleza con volver al troncomóvil de Pedro Picapiedra.

Los científicos no se ponen de acuerdo, pero muchos afirman que eso del calentamiento y el cambio climático es un despropósito. Además, prever lo que puede pasar dentro de cuarenta o cincuenta años parece incluso una irreverencia o un fútil intento de suplantar a Dios. Nunca los adivinos tuvieron éxito precisamente por eso; los designios del Señor son inescrutables y el futuro no está escrito, mal que les pese a esa cohorte de futurólogos que abundan en las páginas esotéricas y en las tertulias televisivas del corazón.

Más de una vez en los últimos meses de este invierno o principios de la primavera, el hombre de la calle se ha visto sorprendido por un aguacero que le dejó convertido en una mezcla de caldo de pollo y bonito del Norte, dejándole hecho un eccehomo. Mientras maldecía la hora en que salió sin paraguas (la verdad es que la sequía se acabaría cuando todo el mundo saliera a la calle sin paraguas, porque es cuando llueve) el sufrido viandante se acuerda de los defensores del calentamiento global, y no muy agradablemente, por cierto. Que nos vengan con estas historias cuando estos últimos meses han sido más bien fríos y lluviosos no deja de ser una broma cruel y de mal gusto.

En España si que hay un calentamiento global auténtico, que más bien es quemazón, porque cinco años con ZP producen una efervescencia térmica en las mentes y en los cuerpos que esto no hay quien lo resista.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya se oyen algunas voces (calificadas de agoreras por los propios agoreros anarcoegologistas) que dicen que estamos en la antesala de una pequeña glaciación; que hemos tenido un óptimo climático como el de la Antigüedad Grecorromana y la Baja Edad Media y nos aproximamos a una pequeña edad de hielo como la que hubo en la Alta Edad Media y la Edad Moderna.

El clima es una ciencia caótica; depende de mchs factores que se nos escapan. Lo único claro es uqe la emisión de gases no hace cino enloquecer aún más el clima.

Tal vez los ecolgistas debieran fijarse más en la protección de los entorno naturales inmediatos y en conseguir mejorar la calidad de vida en las ciudades contaminadas.

Un saludo.