Aunque hoy en día disponemos de modernos
métodos para predecir el tiempo atmosférico, suelen fallar a menudo porque la
climatología es caprichosa y no se acomoda siempre a los postulados científicos
y lógicos. Por eso, y aprovechando que estas fechas son fundamentales para el
tema que nos ocupa vamos a hablar de las cabañuelas, poco conocidas en los
ambientes modernos y progresistas.
Según el Diccionario de la RAE se denomina cabañuelas a
los cálculos que, observando las variaciones atmosféricas en los 12, 18 ó
24 primeros días de enero o de agosto, forma el vulgo para pronosticar el
tiempo que ha de hacer durante cada uno de los meses del mismo año o del
siguiente. Veremos por tanto, las de Agosto por ser las más corrientes y estar
en el mes clave para su realización.
Todo se basa en relacionar días concretos
de este mes con cada mes del año, habiendo diversos métodos de cálculo según
las regiones:
- El más sencillo comienza directamente el día uno de agosto, observando el tiempo que hace y que se corresponderá con el mes “uno” del año siguiente, es decir, enero. El día dos corresponderá al próximo mes de febrero y así sucesivamente hasta el doce que se relaciona con diciembre
- Otros empiezan el día dos, acabando el trece. La causa es que el primer día de agosto se considera primordial pues es la "llave del año", de modo que la meteorología de este día nos indicará cómo va a ser el año siguiente en conjunto.
A las fechas en que estamos y viendo
estos días pasados, se puede presumir que el año que viene será más bien
caluroso y con pocas lluvia, vista la tónica de la primera docena del mes. Sin
embargo, existen sofisticaciones que permiten afinar aún más las cabañuelas y
hoy es un buen día para comenzar. En la Región de Murcia se cuentan no sólo los doce o
trece primeros días de agosto, sino también los doce siguientes, de modo que
hoy, catorce de agosto (y si hemos reservado el primer día como llave)
comienzan las cabañuelas de retorno o retornás, que permiten confirmar las
predicciones de la primera docena, empezando al revés. También se cambian las
referencias de modo que el dos de agosto no corresponde a enero sino al propio
agosto, quedando de este modo:
Primera vuelta (Cabañuelas propiamente
dichas):
1 de agosto representa la llave del año.
2 de agosto representa septiembre.
3 de agosto representa octubre.
Y asi sucesivamente hasta el 13 de agosto
que representa julio.
Segunda vuelta (retornás):
14 de agosto representa julio
15 de agosto representa junio, y así en
orden inverso hasta el 24 de agosto que representa el propio mes de agosto.
Muchos sabios populares consideran más
exactas las cabañuelas de retorno que las de ida, de modo que estos días nos
podemos entretener en este útil pasatiempo y contrastar el año que viene
nuestras predicciones con las de la nueva Agencia Estatal de Meteorología, que
hace poco dejó de ser nacional (antes Instituto Nacional de Meteorología) por
lo que nuestras patrióticas profecías de seguro serán más exactas que las de
ese ente tan correcto, aun a pesar del temido y tan cacareado cambio climático.
Y es que cuando se van perdiendo las
esencias, hasta la lógica científica empieza a fallar.