Porque está convocada por unos sindicatos que sólo representan a una ínfima minoría de los trabajadores y que además se han caracterizado hasta ahora por apoyar las políticas económicas del gobierno de España que no han servido para frenar la crisis, sea cual sea su origen, que de esto también habría mucho que hablar (sí que empezó por especulaciones, hipotecas basura y otros asuntos pero todos son culpables en endeudarse y de que la crisis llegase: la gente que alegremente se metía en créditos y en gastar sin ton ni son, y los políticos que hicieron lo mismo). La convocatoria no deja de ser un paripé para que no se diga que los sindicatos no hacen algo de oposición.
Porque España no puede permitirse precisamente en esta época de escasez dicha “demostración” de no se sabe qué. Algunos expertos cifran entre 10.000 y 15.000 millones de euros las pérdidas por esta jornada de huelga. Desde luego así no se arreglará lo de los 4 millones de parados ni los recortes ni las congelaciones ni las subidas de impuestos.
Porque la huelga general no deja de ser un acto político de tintes revolucionarios que no tiene razón de ser en una sociedad moderna. De hecho, en algunos países democráticos está absolutamente prohibida, siendo sólo legales las huelgas por reivindicaciones salariales o sociales de un sector concreto. Quien quiera protestar puede manifestarse en la calle libremente.
Porque hay una manera más racional de gestionar el dinero: Lucha real contra el fraude fiscal, eliminación de privilegios a los políticos (pensiones vitalicias por 2 legislaturas, asesores, coches oficiales, despachos, secretarias), drástica reducción de subvenciones, menos gastos superfluos y menos administraciones que son insostenibles o de poca utilidad, además de ser en algunos casos un instrumento para debilitar al Estado. Menos (o ninguna) autonomías, menos (o ninguno) Senado, menos Diputaciones provinciales, forales, etc. (o ninguna). Y también menos Ayuntamientos, que muchos municipios pequeños podrían juntarse en unos solo.
Seguro que a todos se nos ocurren más razones...
4 comentarios:
Porque no creo en las huelgas pactadas.
Como en algunas películas: "Tú pégame un puñetazo, como si me hubieras agredido y así no sospecharán de mí".
No me fío de tipos con este aspecto
http://keltonphil.net/data/images/castor-6.jpg
aunque me vengan con pañuelito rojo..
Hola, majestad, espero que todo os vaya bien.
De acuerdo contigo, pero sobre todo con la tercera razón, eso de que las huelgas generales no tienen ningún sentido y deberían estar prohibidas.
En el último punto, respecto al capítulo de subvenciones, habría que destacar especialmente el dineral brutalmente exagerado que se da a unas organizaciones de señores que no dan un palo al agua y que se llaman sindicatos.
Cuando Suárez legalizó el PCE Carrillo (que antes se había reubido en secreto con él para tratar del asunto) no se lo agradeció sino que siguió con sus críticas. ¿Por qué? Pues como el mismo confesó: Para no darle el abrazo del oso.
Critícame, por favor, para que parezca que no estamos de acuerdo ni somos "socios" en esto.
La historia (en la forma, no en el fondo porque aquí hay muchísima maldad) se repite.
Para Antonio M:
Es difícil criticarle, puesto que andamos de acuerdo en el asunto. Hay abrazos y abrazos pero lo de éstos ya son de oso cariñoso.
Reciba usted también un abrazo.
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