Se rescata hoy desde estas páginas un curioso episodio de Memoria Histórica que viene a recordarnos la peculiar idiosincrasia que anidaba en algunos ancestros del izquierdismo y que no se suele comentar mucho por aquello del qué dirán. Muchos ignoran, y otros quieren ignorar, que allá por los años 30 se aprobó el derecho al voto para la mujer…pero en contra de una mayoría de los parlamentarios de izquierdas, que temían a las féminas por suponerlas más conservadoras y que podrían, por tanto, dar al traste con sus planes para con el futuro de España.
Eminentes izquierdistas como el médico Novoa Santos justificaron su postura diciendo que “en la mujer dominan las emociones” y otras sobre una supuesta histeria de género que se pueden leer en el enlace adjunto. Ante tan igualitarias afirmaciones, cabe suponer que a muchas feministas radicales —de ésas que se rasgan las vestiduras con el presunto machismo actual— se les caerían los palos del sombrajo..
El mismo Indalecio Prieto (uno de los socialistas que votaron en contra) abandonó el Parlamento enfurecido diciendo que se le había dado “una puñalada trapera a
1 comentario:
Normalmente la gente de izquierdas entiende por pregreso todo aquello que le haga progresar a sí misma. Reventarían las Consitutciones de todo elmundo si por un momento se pudiese demostrar que los animles de compañía - gatos o perro entre otros - ladrasen o maullasen cierta tendencia izquierdina. Sería divertido ver a los guaguaus sobrecito en mandíbula y alzados sobre sus traseras intentando alcanzar la urna.
Si es que no hay cosa más fraterna y solidaria que la izquierda bien entendida.
Me inclino 90 º con mis manos en mangas opuestas.
Saludos.
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